Justo ya estaba temiendo que esto de la reflexión no llevara a ningún lado.
La búsqueda
He cancelado mi cita con la tristeza.
Ya sin gritos, ni llantos en la agenda,
la vida me sigue pareciendo horrenda.
Lo sé, lo sé, todo está en mi cabeza.
Es verdad que... de mejor ánimo estoy,
pero aún insiste atascada en mi interior
la sensación de que habita en mí un traidor
que no me deja ser quien soy.
Y con este humor de derrota, que no cesa;
no soy más que de la sociedad marioneta,
alguien que por las mañanas se viste de impostor,
aceptando de mala gana su papel de perdedor
pretendiendo que nada le interesa.
Dentro de mí, el corazón inmóvil,
apenas y escucho su debil latido;
que suena más bien a quejido,
una llamada de auxilio a un oyente fósil.
Así pasan los días sin saber a dónde voy.
Sumergida entre la reflexión, aaah ¡qué cansada estoy!,
de navegar esclava de la naturaleza,
intentando sortear esta aventura de ser humano;
sólo espero no estar gastando la vida en vano,
al creer que la respuesta está en mi cabeza.
Eloísa Hernández F.
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