"¿Se imagina usted, señor, lo que es no saber a dónde ir...? Se siente la necesidad de hacer algo, de ir a alguna parte." Crimen y castigo - Fiódor Dostoyevski. A veces me cuesta mucho levantarme por la mañana, nada me mueve, me faltan motivos; pasa el tiempo y me doy cuenta que no puedo estar tanto tiempo como creía, así, inmóvil. Tengo deberes como cualquier persona, aunque me da la impresión que el espiritú no se alimenta sólo de cumplir con el deber. En un día cotidiano, como hoy, después de varios artilugios mentales, sólo consigo hacer mis actividades dividiéndolas en pasos pequeñitos, y, si dar un pasito me resulta díficil, lo vuelvo a divivir en pasos más pequeños aún, esta es una técnina que aprendí hace varios años del kaizen, para algunas cosas resulta muy útil y es que tiene fundamento, investigando di con un estudio de la motivación humana, de David C. McClelland, donde en resumen: la mente es perezosa y miedosa al momento de decidir qué hacer, entre más l
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